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Mujer y madre que es un claro ejemplo de superación. A los 18 años y con cinco meses de embarazo contrajo una infección urinaria. La bacteria le afectó su salud al punto que perdió a su bebé en el vientre y sufrió la amputación de manos y pies. Sin embargo eso no la detuvo con determinación y esperanza continuó con su vida de la mano de su esposo y dos hijos.
"Pienso en ser un ejemplo, en dejarle legados a mis hijos. Todo es momentáneo, las malas situaciones no son para toda la vida y todo hay que verlo desde el lado positivo, aferrarse a Dios ante todo. Yo perdí un hijo, perdí mis manos, perdí mis piernas y estoy aquí. Eso significa que sí se puede salir adelante”, asegura.